después de dos semanas padeciendo una peste invernal, con secuelas anímicas importantes, me fui caminando por calle 1, desde Tolosa hasta la Estación de Trenes. Un sol lindísimo, y de paso a mover un poco el cuerpo entumecido, un paseo saludable al fin.
Falta que me den ganas de pintar, eso sí que me devuelve a mi estado natural; veremos, en estos días extiendo el pincele cargado de pintura...
la gran bajada de la calle 1 y 33...
 
 
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